fotografía, hostia
Fondo Nacional de las Artes
Años de dibujarla, construirla, ampliarla y abrazarla, en un intento de asirla. Proceso de fabricación y adoración de un artefacto doméstico fascinante, lo mágico de la mecánica, física y química.
Comerla es la culminación extrema de una apropiación. Comer una por día, durante un mes, es la búsqueda de satisfacción absoluta.
La hostia como vehiculo de transubstanciación, como se la concibe en el universo católico, es más que representación y símbolo. cada cafetera es La Cafetera.
La performance transcurrió durante el mes y medio que la obra estuvo presentada en el Fondo Nacional de las Artes. Cada día iba a la sala a comer al menos una cafetera, dejando fotos de registro del día anterior en el lugar vacío de la cafetera correspondiente.




